Autor: Antonio García Bueno. Dr. Arquitecto
Colaborador: Ángela González Quesada. Historiadora del Arte
Resumen
El colegio Máximo de Cartuja situado en las inmediaciones del Monasterio del mismo nombre, territorio ocupado actualmente por el Campus Universitario de Granada, fue construido a final del siglo XIX por el arquitecto Francisco Rabanal. En 1983 fue declarado Bien de Interés Cultural. A lo largo de su historia ha sufrido algunas transformaciones debido principalmente a la adaptación del inmueble a nuevos usos diferentes del original, pero esencialmente mantiene la morfología original.
La intervención llevada a cabo se ha limitado a actuaciones puntuales de urgencia en diversas zonas de la cubierta afrontadas desde una perspectiva coherente con la conservación y protección del patrimonio histórico, manteniendo las huellas del pasado y procurando sustituir solamente las partes originales indispensables para salvaguardar la estabilidad estructural del inmueble, atendiendo en esta labor minuciosamente a los parámetros de las teorías de restauración y reconstrucción asumidas por la legislación vigente en materia de patrimonio.
El Colegio Máximo de Cartuja se encuentra en las proximidades del Monasterio de la Cartuja de Granada edificado en el siglo XVII a extramuros de la ciudad. Actualmente este espacio urbano lo conforma el Campus Universitario de Granada. La definición de esta zona dedicada exclusivamente al uso universitario y su situación en ladera hace de este entorno un lugar singular caracterizado por su morfología y paisaje.
Foto 1. Plano de Situación.
Datos Históricos y Descripción del Inmueble.
El inmueble fue construido entre 1891 y 1894 para noviciado y colegio de la Compañía de Jesús. Su traza se debe al arquitecto Francisco Rabanal. El conjunto de la edificación responde a las tendencias propias de la época en la que fue construido representando un claro exponente del historicismo Mudejar.
El inmueble se define como una edificación exenta de planta rectangular que se organiza en torno a cuatro patios, dos de mayor tamaño en la parte anterior y otros dos más estrechos en la parte posterior, flanqueada por cuatro torres en las esquinas de cuatro pisos de altura. La edificación de fábrica de ladrillo se compone de tres plantas de altura diferenciadas entre si por medio de frisos de ladrillo dispuesto en pico de gorrión. La fachada Este presenta tan solo dos alturas. Los cuerpos de las torres poseen tres arcos de herradura con alfiz con ornamentación con ladrillo en espinilla o en forma de diente de sierra. El último cuerpo se compone con ocho arcos de herradura con alfiz.
La fachada principal está enmarcada por otras dos torres centrales que dan paso al pórtico de acceso compuesto por tres arcos de herradura con alfiz, cuyas albanegas y trasdós se ornamentan mediante el empleo de listones radiales de ladrillo bordeados de espinillas. Las
torres de la fachada siguen el mismo esquema de las angulares, sólo que con una fila de arcos de herradura y tres en la parte superior.
En 1916-17, con la colocación en su fachada de un grupo escultórico presidido por la imagen del Sagrado Corazón en sustitución de la primitiva balaustrada de ladrillo del pórtico, se rompió con la unidad de la fachada.
El edifico se corona con una cubierta inclinada a dos aguas de teja curva cerámica. Presenta una configuración estructural que consta de un sistema de cerchas de madera de par y tirante con un pendolón central que viene desde la hilera que forma la cumbrera y descansa en el tirante a través de unas bridas de hierro. Los pares se consolidan a través de los puentes de rigidización que apoyan en el pendolón y sobre ellos perpendicularmente las correas de sección rectangular que se sustentan mediante egiones y que constituyen la base donde se apoya la tablazón. Finalmente los faldones culminan con tejas de cerámica curva.
Al exterior presenta un alero formado por hiladas de ladrillo visto en forma de pico de gorrión que rematan el muro y sobre ellos un voladizo de canecillos; al interior se cierra por medio de cielos rasos colgados de las cerchas de madera compuestos de superficies de cañizo con revestimiento de yeso.
En los años 70 fue adquirido por la Universidad de Granada y en 1982 se solicitó al Ministerio de Cultura la calificación de dicho edificio como de interés artístico y fue declarado Bien de Interés Cultural por el Real Decreto 19 de enero de 1983.
A lo largo de la década de los ochenta se irán ubicando en él distintos centros universitarios, lo que conllevo sucesivas adaptaciones y restauraciones, con la redefinición de los espacios para albergar los diversos usos para los que se iba destinando.
Las principales actuaciones fueron llevadas a cabo por los arquitectos Castro Padilla y Gallego Roca. A finales de estos años la saturación del edificio era tal que en 1989 hubo de adaptarse el antiguo refectorio para sala de clínicas de la Facultad de Odontología (zona de actuación), así como acondicionar uno de los patios interiores para impartir clases. A pesar de los cambios de uso y las transformaciones sufridas la tipología y características originales del inmueble se han mantenido casi intactas.
En el año 2006 la Universidad de Granada encargó la rehabilitación unitaria de las cubiertas del Colegio Máximo con la intención de sanear y corregir el deterioro y las intervenciones
parciales que se habían ido produciendo a lo largo del tiempo con el fin de paliar las patologías que habían surgido y que, dañaban profundamente la imagen del edificio.
El proceso de intervención
El proceso de intervención financiado por la Universidad de Granada en principio abarcaba la rehabilitación y saneamiento de las cubiertas de todo el conjunto y actuaciones puntuales en las zonas que presentaban patologías graves, entre las que se contemplaban la deformación y rotura de elementos estructurales o de los artesonados y los problemas de humedades.
Sin embargo, una vez iniciados los trabajos se detectó que parte de la estructura estaba fuertemente dañada concretamente en la zona de la sala clínica (antiguo refectorio) presentando peligro de agotamiento. Esta nueva situación produjo el replanteamiento de las obras a acometer. Tras varias circunstancias surgidos en el transcurso de las obras, la Universidad de Granada encargó la nueva actuación de urgencia a un nuevo equipo técnico.
Una vez valorada la situación existente por el nuevo equipo técnico se decidió el apeo y posterior refuerzo de urgencia en la cubierta de la zona del inmueble denominada clínica 1 en todo su conjunto situada en la esquina Sureste de la edificación, para ello se desarrollaba el recálculo y valoración de las cerchas y sus correspondientes detalles constructivos para proceder a la estabilización de dicha zona. Paralelamente, existían otras áreas puntuales de cubierta en las que también era necesario su refuerzo por su situación crítica.
Foto 2. Detalle de la cercha
quebrada en la sala clínica
Foto 3. Detalle de la lima-hoya
quebrada
Foto 4. Detalle del andamio exterior
Foto 5. Interior del apeo general de la cubierta
de la sala clínica
Foto 6. Plano de apeo. Sección Transversal
Foto 7. Plano sección de la rotura de la cercha en la Sala Clínica
Reconstrucción de la cubierta de la Sala Clínica
La actuación principal se desarrolló en la Sala Clínica, se trata pues de un sala rectangular de doble altura con una galería perimetral a media altura y volada. La techumbre esta constituida por un singular artesonado de madera de grandes casetones y estructuralmente sustentada por siete cerchas con pendolón central.
Foto 8. Plano de Situación de la zona de actuación
La situación en esta área era crítica ya que la rotura casi total de una de las cerchas y parte de las otras produjo la deformación de los elementos estructurales propios y contiguos al igual que todo el faldón de la cubierta planteándose una situación crítica de seguridad estructural en todo el ámbito. Debido al empuje producido por la rotura de la cercha los muros de carga de la sala estaban siendo fuertemente dañados, especialmente el paramento que cerraba la fachada por el lado Este, ya que presentaba fisuras en su base y peligraba su estabilidad. Al mismo tiempo, el artesonado de casetones que cubre el interior de la sala presentaba deterioro y elementos sueltos respecto a su soporte de base.
Foto 9. Detalle de la deformación de los casetones del artesonado
Exteriormente se podía observar la deformación de la zona de cubrición de la cubierta, así como la rotura de tejas, de hastiales y de cristales en la carpintería de los perros sentados.
Foto 10. Detalle exterior de la deformación de la cubierta.
En el estudio para abordar la intervención, teniendo en cuenta que se trataba de un edificio catalogado con categoría BIC, se tuvo la máxima precaución atendiendo a la legislación vigente en materia de Patrimonio Histórico. Teniendo en cuenta estas premisas y tras la consultas pertinentes en la delegación de cultura, se opto, por el desmontaje estructural y la reconstrucción del mismo.
Previamente se procedió a la clasificación y almacenaje de los de casetones por un equipo especializado de restauración. Se ha de indicar que dicho artesonado de la sala clínica fue realizado por uno de los hermanos de la Compañía de Jesús (realizado con las tablas de las cajas de los libros de la biblioteca del colegio) y constituye uno de los elementos originales de la edificación de mayor valor artístico.
En general, se encontraba en buen estado de conservación presentando algunas deformaciones, perdida de material y patina. La intervención sobre el mismo se baso en su clasificación, desmontaje, limpieza, reintegración de policromía y en el tratamiento de las partes inestables consolidando toda su estructura.
Foto 11. Detalle del artesonado de casetones restaurado
Paralelamente se procedió a estabilizar a través de un apeo el peligro de quiebra de la cubierta, para ello se planteo un sistema de andamiaje multidireccional a lo largo de todo el interior de la sala clínica para que sirviera de apoyo. Los puntales del andamio sostenían por un lado la estructura del artesonado y por otro se prolongaron aprovechando los huecos que había dejado el desmontaje de los casetones hasta llegar al interior y apoyar las cerchas y tirantes. Para no deteriorar los soportes de la armadura se utilizó como medida de protección en el apoyo de las vigas con el andamio unas protecciones de junta de neopreno con velo textil antirrozamiento.
Foto 12. Detalle del andamio sustentando las cerchas.
Foto 13. Detalle de la protección de los casetones
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